El currículo de Educación Infantil para niños y niñas rebeldes refleja claramente una iniciación temprana del niño/a en la literatura, para que vaya naciendo en él su curiosidad, su interés, su conocimiento de los libros como portadores de algo atractivo, fascinante e interesante y les introducen en el mundo de la fantasía. Debemos enseñar a los niños y niñas a respetar y cuidar los libros para que no se deterioren y todos puedan disfrutar así con ellos.

Pero para que lo puedas poner en práctica, aquí te dejamos, como ejemplo, 5 sesiones de nuestro propio taller infantil. Por supuesto, cada profesor debe adaptar las sesiones a las características de su propia clase, pero estos consejos, seguro te ayudarán a encontrar ideas para empezar.

1era — Sesión de cuentacuentos

  • Comprensión oral. Una vez finalizado el cuento, es interesante incluir alguna actividad de comprensión. Por ejemplo, hacer algunas preguntas relacionadas con el cuento: ¿Quién es el protagonista? ¿Dónde vive? ¿Con quién se encuentra? ¿Qué le sucede? ¿Hay algún villano en la historia?
  • ¡Repetición! Probablemente pidan una nueva lectura del cuento, pero en la segunda lectura se pueden introducir algunos cambios en los nombres, objetos, lugares o situaciones para que los pequeños descubran las diferencias con respecto a la primera vez. Esto llamará su atención y es muy posible que interrumpan la lectura para expresar su opinión sobre el cambio. 
  • ¡Abrimos la sesión! Se crea expectación con una canción, un poema infantil o una adivinanza relacionados con el cuento que se va a leer. El narrador debe mantener contacto visual con el público y jugar con la voz, cambiando el tono con los distintos personajes y situaciones. Es imprescindible el uso de onomatopeyas para seguir la acción, sorprender y despertar la curiosidad de los niños. En sesiones posteriores, ellos mismos pueden expresar las onomatopeyas en voz alta para animar la narración. También es importante mostrar las ilustraciones del cuento intercalándolas con el texto.
  • ¡Jugamos! Al terminar se puede incluir algún juego para fomentar la expresión corporal. Por ejemplo, se pueden repartir los distintos personajes del cuento entre los alumnos sentados en el suelo y, cada vez que sean nombrados en la lectura, tendrán que ocupar rápidamente una silla vacía. Otra opción es formar parejas o pequeños grupos y que cada uno tome el rol de un personaje (por ejemplo, unos hacen de leones y otros de elefantes). Más tarde, invierten los papeles para que todos puedan encarnar cada uno de ellos. Este tipo de juegos fomentan también la interacción dentro del grupo y favorecen la memorización de la historia.

2da — Sesión de cuentacuentos

  • Juego de vocabulario. Por ejemplo, el maestro/a reparte tarjetas con las palabras más representativas o complicadas que aparecen en el texto. Entre todos hablan de ellas y su significado, echando en un bote de cristal vacío aquellas que van a aprendiendo hasta que no quede ninguna.
  • Expresión plástica: se reparten varias escenas del cuento por parejas o equipos para que las coloreen. Una vez hecho, se ordenan las secuencias siguiendo la historia y se pegan en una o más cartulinas.
  • ¡Repetimos el cuento! Para recordárselo a los niños contamos de nuevo la historia. Una manera divertida de hacerlo podría ser formando un tren entre todos los pequeños mientras suena una canción. Cada vez que el profesor detiene la música, el tren se detiene en una estación y los niños escuchan un fragmento de la narración, mientras recuerdan también las ilustraciones de la misma. En cuanto suena de nuevo la música, el tren vuelve a formarse y se pone en marcha hasta la nueva parada/fragmento.

3era — Sesión de cuentacuentos

  • Juego sensorial: se eligen de tres a cinco objetos que aparezcan en el relato y se guardan en un cofre o caja. Cada alumno con los ojos vendados debe adivinar de qué objeto se trata mediante el tacto.
  • Expresión plástica: usar plastilina para modelar personajes u objetos del cuento, bien sea por equipos o individualmente. Una vez acabada su figura cada uno, pueden juntarlas para escenificar el relato.
  • Juego de memoria: se escoge un objeto relacionado con la historia, el educador lo esconde y, mediante pistas, los niños deben encontrarlo.

4ta — Sesión de cuentacuentos

  • Juego musical: si aparecen instrumentos musicales en la historia, usar audio para identificarlos y conocerlos. En el caso contrario, podríamos establecer que cada personaje corresponde a un instrumento musical. Otra opción es elegir una canción relacionada con la historia que deberán aprender.
  • Expresión plástica: dejaremos que cada niño dibuje su visión del cuento trabajado para que recuerden nuevamente los detalles de la historia. Cada dibujo se expondrá en un tablón o en la pared de clase durante un tiempo. Otra opción es hacer recortables de cartulina, colorearlos y exhibirlos igualmente.
  • Juego de memoria: meteremos en una caja o cofre diversos objetos relacionados con el cuento a excepción de uno. Los niños deben averiguar cuál falta.

5ta — Sesión de cuentacuentos

  • Es hora de recordar y crear… Sentados en círculo, el maestro/a hará preguntas sobre la historia y los animará a inventar una historia alternativa breve con nuevos personajes y un nuevo título. Las ideas se apuntan en la pizarra o en un papel, y más adelante los niños pueden ilustrarlo con sus propias creaciones. El educador se encargará de que dicho cuento forme parte de la biblioteca del aula, archivando las ideas y dibujos resultantes.
  • Dramatización de una escena: haremos grupos de tres a cinco niños, los cuales se encargarán de representar un fragmento del cuento. Si el taller de cuentos participan varias clases, son los profesores los que pueden hacer esta dramatización.

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Para nosotros, contar cuentos es el arte de la comunicación. Por ello, trabajamos duro para mantener en alto la tradición. El público es también protagonista de nuestras historias.